domingo, 24 de julio de 2011

Diario de mi viaje al Tour - Dia 2

Bourg d'Oisans, jueves 23 de julio, 23:07 h.

Esto es alucinante. Es difícil hacer un resumen de lo vivido hoy. Pude vivir varias etapas de la Vuelta a España, pero nada comparable al Tour.

A las 7 de la mañana ya estaba despierto. Desayunamos, recogimos la tienda, preparamos las mochilas y para arriba. En vez de hacer toda la subida por carretera hicimos 2 tramos por caminos de cabras. Ahí me dí cuenta del estado físico tan nefasto en el que me encuentro, que sumado a los más de 2000 metros de altitud en los que estábamos casi hizo que el corazón me saliera por la boca.

Es impresionante la cantidad de caravanas que había en la cuneta, tanto en la subida por Lautaret como en la de Briancon. Km seguidos de ellas y con gente bastante agradable, y es que el ambiente que se vive en una prueba ciclista es incomparable con cualquier otro.

El tiempo nos acompañó casi todo el dia, salvo un momento que cayó algo de agua-nieve. Pero aunque haya sol... a 2600 metros hace algo de frio. La subida no tiene rampas muy duras hasta el último Km, pero es un puerto larguísimo, a mucha altitud y con un asfalto que agarra mucho, de ahí su dureza. Cuando por fin ves la cima del Col du Galibier se te encoge todo. Es una emoción muy grande ver una cima tan mitica y estar tú ahí. Arriba quería sacarme una foto con el típico cartel del Col y la altitud, pero estaba justo dentro de la zona de podio y no pude. Aún así pude disfrutar de las increibles vistas de los alpes. Era de postal. Como un decorado de cine. Allí donde alcanzaba la vista sólo veias montañas a cada cual más alta. Impresionante.

La carrera la vimos a unos 350-400 metros de meta. La espera se hizo larga, a pesar de la pequeña siesta que me eché. Una hora antes aproximadamente pasó la caravana y la verdad que es algo digno de ver. Qué espectáculo, qué montaje... pero en general todo lo que rodea al Tour. Es asombroso ver cómo la gente se pelea por una gorra, llavero o bolsita de gominolas que tiraban desde los "coches". Además era peligroso, porque a un metro escaso por detras nuestra había un terraplen que si te caes por ahí... la torta iba a ser muy grande.

Luego ya pasaron los ciclistas. Un Andy enorme, Evans controlando la carrera junto con Voeckler y Frank, Contador pasando por problemas y Samu diciendo adiós a sus opciones de podio. En estos momentos ya me da igual quien gane el Tour, pero por favor, que no sea Voeckler. Están los gabachos empalmadísimos con su compatriota. No hay nada más importante ahora mismo en el mundo como que gane el francés el Tour.

El descenso bastante machacador. Las piernas no me respondían mucho hasta el punto que no paraban de temblarme e incluso con dolor de rodillas.

Ahora estoy muerto (fueron unos 16Km de caminata más el tiempo de estar de pie) pero sarna con gusto no pica. Ahora mismo estoy viendo y oyendo los focos y claxon de los camiones de la organización que estan subiendo a Alpe d'Huez para preparar la llegada de mañana. Hasta allí caminaremos, hacia otro lgar mágico para el ciclismo, recorriendo sus 21 curvas de herradura. Espero recuperar esta noche porque van a ser otros 14 Km d subida... con su posterior bajada.

En el transistor suena una gabacha cantando que hasta tiene su encanto.... la canción.

Au revoir.

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